Senda fluvial del Nansa. Muñorrodero - Herrerías

    La ruta de hoy nos lleva a Muñorrodero, pequeña localidad de poco más de 100 habitantes perteneciente al municipio de Val de San Vicente.

    Muñorrodero se asienta junto a la ría de Tina Menor, nombre que adopta en su desembocadura el río Nansa, el cual es protagonista de la ruta.

    A la salida del pueblo, a mano derecha, hay un desvío señalizado hacia la senda fluvial del Nansa. A pocos metros nos topamos con el cementerio y algunas plazas de aparcamiento. Pero si continuamos el camino encontraremos uno mas amplio junto a la zona recreativa con fuentes y mesas.

    Desde aquí parte la senda fluvial del Nansa, trazado del camino Lebaniego.


    Junto a la carretera encontramos un panel informativo de la red Naturea Cantabria donde podemos ver el trazado de la ruta, y de frente la escalinata que nos deja en el sendero junto al río.



    Tras apenas 500 mt. Encontramos las primeras pasarelas y escaleras que facilitan el paso en zonas rocosas. La zona es húmeda y sombría, y estos puentes están resbaladizos la mayor parte del año. 



    Las cascadas de los arroyos que alimentan el Nansa se suceden a lo largo del camino.




    Dejamos atrás Manzanea, salimos de la espesura del bosque de ribera formado por fresnos, sauces, hayas, encinas y castaños… y nos encaminamos hacia el Churro por un tramo más despejado donde aumenta la envergadura del  río y podemos observar a los patos y cormoranes que habitan en la zona.


    Los accesos a la vera del rio invitan a parar y disfrutar del entorno.

    Llegando a la Peruja el sendero cobra altura sobre el río y discurre paralelo a una zona de invernaderos que se alarga hasta “El Cabezo”, donde nos encontramos con el primero de los refugios de pescadores que se reparten por el curso bajo del Nansa.




    A escasos metros  reposa la estructura y la cesta, pasarela de pescadores sobre el río. Va cobrando altura el paredón rocoso a nuestra izquierda que el sendero sortea amoldándose a la roca hasta una zona de amplias pasarelas de madera que nos llevan a la entrada de la cueva del Rejo.





    Con una longitud de 665mt esta cueva está considerada como espacio protegido por la diversidad de murciélagos que la habitan consideradas especies a conservar.

    Cumplimos el kilómetro 4 y junto al sendero nos topamos con montículos de cantos rodados y estructuras formadas por palos que rodean charcas artificiales creadas como hábitat protegido para las ranas.



    Dejamos otra cesta de pescadores al margen del camino  y a continuación, en el desvío tomamos a la derecha a orillas del río. Este camino nos lleva rodeando la isla fluvial de “Coto el Vejar” y nos toca cruzar el rio un par de veces.

    Si la altura del agua lo permite merece la pena el rodeo.



    Salvado el paso y ganada de nuevo la orilla continuamos hacia Herrerías  pasando junto a otro refugio de pescadores y  un tramo más escarpado equipado con un cable de seguridad nos deja junto a la estación hidroeléctrica de Trascudia con 7 kilómetros recorridos y punto medio de la ruta.




    Aquí, el rio Supino vierte sus aguas en un remanso del Nansa en una espectacular cascada.




    Tras una larga parada, cogemos agua en Herrerías y continuamos la ruta, esta vez en dirección contraria deshaciendo lo andado por el mismo camino durante medio kilómetro.




    En el cruce de caminos tomamos a la derecha alejándonos del curso del Nansa y seguimos junto a terrenos de cultivo. No tardamos en llegar a la pista vecinal donde remontamos a la derecha hacia Sobanejo y sin abandonar el amplio camino continuamos paralelos al rio.

    Rondando el kilómetro 10 de ruta retomamos la senda paralela al Nansa y ya no la abandonamos hasta nuestro regreso a Muñorrodero cumpliendo los 14 km de ruta.




    La senda fluvial del Nansa es una de esas rutas de “obligado cumplimiento” para los que disfrutamos del senderismo. Personalmente me parece una de las mejores rutas fluviales de Cantabria  y lo único complicado eso si… es acertar con la fecha ya que en épocas de mucho caudal no se puede realizar ya que el rio invade zonas de paso y en épocas secas se desluce mucho el entorno.



Para ver todas las fotos abrir el enlace:

Album

Track y datos de la ruta:

Powered by Wikiloc

Marcha Ademco Colindres 2024

   Hoy nos quedamos cerca de casa. Desayunamos y ponemos rumbo a Colindres.


   En esta localidad, el club de montaña Ademco, organiza entre otras muchas cosas una marcha anual no competitiva y este año nos hemos animado al recorrido intermedio. Entre 10 y 12 kilómetros por los montes de Colindres que con las lluvias caídas durante toda la semana prometían estar “entretenidos”.


   Recién pasadas las 9 tomábamos la salida desde los jardines de la casa de cultura y pasando bajo la autovía  remontamos por el barrio de Santolaja.




     Cumplimos el primer kilómetro pasando junto al arroyo de Santolaja, su lavadero  y la calzada empedrada que se embosca y nos lleva hacia la Redonda por un estrecho sendero embarrado y resbaladizo.

   Tras un buen rato a la espera de nuestro turno para sortear los charcos alcanzamos la zona limpia de sendero  que nos dejaba en el cruce de caminos proveniente del depósito de Aguas del barrio San Juan.

   Sobre asfalto continuamos hasta el kilómetro 2, tomando el desvío a la derecha de la pista por un camino forestal hacia Campillo.

   De nuevo tocaba parar, esta vez una fuerte rampa resbaladiza y enfangada por el paso de la gente frenaba el paso para retomar la pista asfaltada hacia el cruce de fuente Peralada, donde nos esperaba el primero de los avituallamientos.



   Cruzando la carretera tomamos el camino de Campo de Tojo que sorteando barrizales cruza los eucaliptales ganando altura poco más de kilómetro y medio hacia el Alto de Mazagudo.

   La zona es sombría y húmeda, pero a medida que avanzaba la mañana aumentaban las temperaturas.

   Alcanzado el alto continuamos perdiendo altura levemente por la Cueva para remontar hacia el cruce con la carretera Liendo –Limpias. A escasos metros de la carretera estaba el segundo avituallamiento donde aprovechamos para descansar y recuperar fuerzas.


   Desde aquí, un sendero desbrozado remontaba altura hacia el alto del Picón.



   Fuimos ganando altura a medida que el sendero se estrechaba  bordeando el Hoyo de la Cueva, un paso sin gran exposición, pero si buena caída en algunos puntos.




   A medida que bordeábamos el alto atravesamos el encinar que cubre este macizo calizo. La ruta continuaba de nuevo perdiendo altura hacia los eucaliptales del monte de la Perejilla. En continua bajada el camino nos devolvía al cruce de la fuente de Peralada en un largo tramo de 2 kilómetros de senderos húmedos y en zonas bastante embarrados.



  Tras una corta parada en el avituallamiento, comenzamos el último tramo del recorrido por caminos forestales paralelos a la pista principal recorriendo la ladera de Casa San Miguel. Un tramo con algún corto repecho pero cómodo de caminar. 

   La panorámica nos mostraba de nuevo Colindres. Solo quedaba perder altura por un tramo muy roto por la maquinaria de los trabajos forestales y finalmente por el camino del Corso hasta Colindres de Arriba, ya en el Barrio Puerta.

   Tras el paso bajo la autovía, accedíamos a la casa de cultura donde nos recibían con una barbacoa y cerveza fría…

Camiseta de recuerdo, avituallamientos, tramo marcado y limpio… un trabajo de admirar y valorar de la gente de Ademco a quienes agradecemos la buena mañana que pasamos.

Track y datos de la ruta:


Powered by Wikiloc

Cascadas de Viaña.

   Estamos en Viaña, Cantabria.

   Una pequeña localidad que apenas supera los 60 habitantes en el municipio de Cabuerniga, al margen de la carretera CA-280 entre Ruente y Correpoco.

   Viaña se sitúa en la loma de las montañas del Pico del Cueto y el alto de la Silla. Del otro lado el alto del Cabillo se alarga hacia el alto de Piedrafiesta cerrando el valle, y entre ellos discurre el arroyo de Viaña en un curso marcado por varios saltos de agua rodeados de bosque.

   Aparcar en el pueblo no es tarea fácil, mejor utilizar el área del molino. Aunque lo parezca la carretera no termina en el pueblo y aunque se estrecha, continúa hasta el molino de Viaña por el camino de Bicitrun, convertido eso sí, en una estrecha pista cerrada por un paso canadiense.




   Nosotros hicimos este tramo andando. 

   Desde el molino, podemos comenzar rodeándolo por la izquierda, o cruzando el puente a la derecha, si el caudal lo permite, aunque suele estar cubierto por el agua. Sea como fuere, remontaremos por el camino de Bicitrun junto al arroyo de Viaña dejando a la derecha una estabulación de tudancas.



   La pista se eleva para descender y alcanzar de nuevo el nivel del arroyo, y depende de nosotros lo cerca del mismo que queramos caminar. Normalmente las trochas que abandonan el camino son de ida y vuelta. Sin salida pero dan acceso a las cascadas y espectaculares rincones que deja el arroyo en su recorrido. La ruta va lenta, se avanza despacio entre idas y venidas, fotos y paradas, pero merece la pena tomárselo con calma.




   En el kilómetro 2 de ruta, nos topamos con la baliza que nos indica el sendero a seguir, tomando  a la derecha y descolgándonos junto al arroyo. 300 mt. más adelante encontramos el punto más impresionante de la ruta. 




   Dos cascadas confluyen junto a Sel de Coz, uno de ellos el propio arroyo de Viaña, el otro, el Vado del Sel del Cerezo, que supongo en Verano apenas se puede apreciar por su poco caudal.

   Tras las últimas lluvias hoy todo está vivo, los arroyos y el bosque que luce verde y denso a pesar de que ya estrenamos el otoño.




   La ruta se alarga 5 km hasta el desvío hacia el pozo del infierno. Poco a poco el sendero va perdiendo anchura atravesando humedales donde hay que caminar de piedra en piedra para no hundirse en el barrizal. Muchos de estos apoyos se mueven a nuestro paso originando algún que otro traspié. Sin duda alguna es una ruta para hacer tras las lluvias que alimentan el arroyo, pero este es el precio que hay que pagar.



   El sendero se eleva por la ladera del valle y el bosque pierde densidad dejando a la vista las cumbres que nos rodean. Cumpliendo los 5 kilómetros, el tramo final nos deja junto a la baliza que señala el pozo del infierno.

   Nosotros lo dejamos aquí, tras el almuerzo toca regresar deshaciendo lo andado poco más de 1 kilómetro. El sendero se divide en dos, tomando el de la derecha ganamos altura. No mucha, pero se nota en la temperatura alejándonos de la humedad del arroyo.


   Los “campanos” del ganado y los ladridos de los perros señalan la ubicación de un par de cabañas, punto donde retomamos el camino de Bicitrun, y comienza el descenso.  Zigzagueando llegamos a la pista por la que comenzamos la ruta y solo hay que seguirla para regresar al molino.

   Desde aquí, una fuerte pendiente nos separa de Viaña donde damos por terminada la ruta.

   Todo Cabuerniga es rico en bosque,  lo que se traduce en una riqueza también en la fauna donde abundan el ciervo, corzo, jabalí, zorro y rebeco. No en vano es la mejor zona para disfrutar de la berrea. Pero este valle en concreto se cubre del bosque primigenio de cajigas, hayas y robles, siendo un bastión que todavía se resiste a la repoblación con especies no autóctonas y donde todavía  podemos encontrar árboles milenarios resistiendo el paso de los años. Sin duda alguna un rincón que merece la pena visitar, pero sobre todo cuidar y respetar.  


Para ver todas las foto pichar el enlace:

Album

Track y datos de la ruta:

Powered by Wikiloc