Ruta del Cares

   Ponemos rumbo a Arenas de Cabrales, localidad Asturiana con nombre bien conocido por la fama de los quesos típicos de la zona.  Aquí nos juntamos el grupo desviándonos  a Poncebos, donde parte la senda del Cares desde la región cabraliega, dejando de lado el puente de la Java y el camino hacia Bulnes.


   Comenzamos a caminar ascendiendo hacia los collados, a unos 200 mt de altitud, por senda ancha de grijo y bien marcada. Sin pendiente excesiva, este repecho es lo primero que nos encontramos  al iniciar la ruta desde la vertiente Asturiana.




   Poco a poco la inclinación cede al  ”Llano de la Sota”, dejando atrás el caserío de la Viña subiendo por las “zetas”  escalonadas. Ya en el alto, se divisa el “praderío de Culiembro”, y se abre ante nosotros  La “Garganta Divina” como algunos la conocen o garganta del Cares.


   Por el fondo del cañón, el rio Cares, poco caudaloso en esta época del año, de aguas cristalinas, serpentea a lo largo del angosto desfiladero abriéndose paso entre los picos, que en casos superan los 2.000 mt. de altura, partiendo en dos el macizo de los picos de Europa durante los aproximadamente 12km. que separan  las localidades de Caín, en la comunidad leonesa y Poncebos, en Asturias.

   
   Paralela  al rio, discurre la senda por la que transitamos, a poca altura en el comienzo de la ruta.  Poco más abajo, compartiendo trayecto,  podemos ver los canales de agua que alimentan la central hidroeléctrica de Camarmeña, sita en Poncebos, canales construidos entre los años 1916 y 1921, ampliados posteriormente entre 1945 y 1950. De hecho la senda del cares no es sino el acceso de mantenimiento  para dichos canales. 




   Senda abierta en la roca caliza  a lo largo del cañón y cuya construcción se cobró 11 vidas de los 500 obreros que participaron en la descomunal obra, en su mayoría, barrenadores gallegos.

   A medida que avanzamos rio arriba, el desfiladero va estrechándose, el rio queda cada vez más abajo, y las vistas de los afilados picos son más impresionantes mientras vamos  recorriendo  las Párvulas.



   La naturaleza calcárea de la montaña permite la erosión que ha practicado en sus verticales paredes multitud de cuevas,  aprovechadas en casos como refugio de ganado y  dibuja extrañas figuras en la roca con caprichosas formas y estructuras.



   Las curvas del sendero se adaptan a la ladera de la montaña y hacen de  balcones que sin protección dejan ver el río más abajo con una caída en ocasiones vertical. La senda se interna en pequeños túneles que salvan las dificultades de la montaña y en casos coincide con el caño para el agua separados por la baranda de madera.

   Pasando las “Armaduras” llegamos al “Puente Bolín”, primero de los cruces sobre el rio y con una perspectiva espectacular del desfiladero. La senda va adquiriendo altura en el punto más cerrado del cañón.

   
  En este margen, el sendero parece más estrecho, y el firme más accidentado, la roca se torna en tonos ocres, lo que muestra la variedad estructural de la montaña. Poco más adelante, en el km10 aproximadamente, el Puente de los Rebecos, nos devuelve al margen inicial de la ruta, ya a apenas 2km del final de la senda.




   Llegando a Caín, pasamos junto al pequeño  puente de Trascámara, por el cual se pasaba en el antiguo y peligroso trayecto de la ruta original  y al cual se puede descender  por un acceso de angostas escaleras equipadas con una baranda. En este punto,  varias “pozas” se reparten por las redondeadas rocas erosionadas por la corriente de agua a modo de pequeñas piscinas naturales.
   A escasos 50 mts, llegamos al último tramo, que nos introduce en las entrañas de la montaña por los  túneles de conducción de agua que preceden al “paso de la presa”. 



   A la salida del túnel, nos topamos con el puente sobre la presa, destacando el curioso caño escalonado para el paso del salmón rio arriba.

   Continuando por la margen derecha, un último tramo de sendero nos lleva al puente de entrada a Caín sobre el Cares, ya en la comunidad Leonesa y aproximadamente a unos 12 km de Poncebos. En este punto el desfiladero deja paso al profundo valle enclavado en las  montañas donde se encuentra esta pequeña localidad dedicada hoy día a la hostelería  y al turismo, basado prácticamente en la popularidad de la ruta del Cares. No en vano, esta senda está considerada uno de los pasos más bellos de España. 



   Realmente, el rio Cares forma un desfiladero mucho más largo, atravesando desde Valdeón (León), toda la región de Cabrales, Peñamellera (Alta y Baja), tributando sus aguas al cantábrico en su parte final, pero el más popular, es el tramo recorrido en esta ruta.


   Toca el camino de regreso por el mismo trayecto. Desandar lo andado ya con el día más avanzado encontrándonos con multitud de excursionistas que llegan a Caín.








Perfil y datos de la ruta.


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