Daban las 6 de la mañana cuando nos poníamos en pie tras una
noche sin pegar ojo, recogíamos e íbamos a desayunar.
"Amanece en las montañas." |
"Vistas." |
Sin entretenernos comenzamos la ruta para
aprovechar las horas más frescas de la mañana.
Recorrimos los 100 mt que nos separaban de la carretera y
pasando junto a la Ferrería de Cades tomamos a la derecha paralelos al río Nansa. La carretera cobraba altura mostrándonos en
el fondo del cañón el embalse de Palombera.
"Embalse de Palombera." |
A medida que avanzábamos dábamos alcance a los “caminantes”
que salieron de Cades antes que nosotros e iban quedando desperdigados por el
camino que se internaba en las entrañas del cañón del río Lamasón avanzando hacia Sobrelapeña.
Las montañas poco a poco
quedaban iluminadas y el río
Lamasón, decenas de metros por debajo, marcaba el recorrido.
Tras siete kilómetros de suave subida nos topábamos con
el cruce desviándonos hacia Sobrelapeña.
"Santa María de Lamasón." |
Tras una breve parada para deshacernos de laguna capa de ropa reanudamos la marcha hacia Lafuente.
"Iglesia de Santa Juliana, Lafuente." |
"Collado de la Hoz desde Lafuente." |
Rodamos junto a la iglesia de Santa Juliana,
declarada bien de interés cultural. Desde este punto parte el PR-S.4, sendero de
pequeño recorrido conocido como el “Camino de Pasanéu” que atravesando el collado
con el mismo nombre continúa hacia Liebana terminando en Santo Toribio tras
33km y medio.
Apto para hacer a pie pero por alguna razón desestimado en el recorrido del camino Lebaniego, que toma por ruta la pista asfaltada que pasando por Burió sube al Collado de la Hoz.
"Subiendo el Collado de la Hoz." |
"Día soleado." |
Nosotros, ni una ni otra, por la serpenteante carretera continuamos
subiendo el puerto coronando tras 15,5 km de constante y llevadera subida desde
que abandonáramos Cades.
"Collado de la Hoz." |
A escasos 100 mt del collado, ya perdiendo altura, nos
topamos con una pista aparentemente en buen estado que se desgajaba de la
carretera a la izquierda y señalizada como camino Lebaniego. Tras un momento
dubitativo decidimos omitir la carretera para bajar a Cicera y hacerlo por este
sendero sin saber muy bien su estado, recorríamos la Cuesta de las Navas.
"Cuesta de las Navas." |
El estado de la misma empeoraba en algunos puntos
obligando a bajar cortos tramos empujando la bicicleta, más por el miedo a
romper la mecánica que por el sendero en sí.
Con precaución descendimos los 2 km llegando a localidad de Cicera.
Esta localidad descolgada de las faldas del Pico de Sobrepeña, en pleno Valle de
Peñarrubia, de laberínticas, estrechas y
empinadas calles empedradas disfruta de impresionantes vistas de los picos de
Europa.
Las flechas rojas nos llevaban hacia la carretera, ruta
actual del camino Lebaniego que recorre la canal de Francos, mientras que
nosotros buscábamos dando vueltas entre las casas el sendero PR-S3 para subir a Collado Arcedón. Finalmente, con
la ayuda de unos vecinos, encontramos el acceso entre las últimas casas
del pueblo a dicho sendero con las antiguas marcas del trazado hacia Liébana.
"Abandonando Cicera." |
La pista fácil de hormigón pronto nos
mostró su cara menos amable con las primeras y duras rampas.
"A la sombra." |
El primer kilómetro de subida nos dejaba junto a los
invernales de Juntalón. A partir de este
punto las rampas se volvieron mas duras y de peor firme.
"Invernales de Juntalón" |
A falta de dos kilómetros para alcanzar el collado nos
quedamos sin agua, suerte que en una de las horquillas que dibujaba el camino encontramos una fuente escondida al margen del camino, un hilo de
agua fría y
cristalina nos devolvió los ánimos para continuar.
"Fuente." |
Llevábamos más de una hora subiendo y todavía no teníamos el
final a la vista.
"Descansando." |
Por fin, en el kilómetro 20 de ruta, el grijo se convertía de nuevo en hormigón en los últimos metros de subida accediendo al Collado Arcedón.
"Collado Arcedón." |
"Vistas desde Collado Arcedón." |
"Vistas desde Collado Arcedón." |
Continuamos pedaleando entre cabezas
de ganado atravesando el pastizal donde se alzaba un viejo poste con las señales indicadoras a
Santo Toribio. Cruzamos la alambrada de cierre por un paso abierto y buscamos
la entrada al sendero que nos llevaría perdiendo altura por la pared del
desfiladero que se abría ante nosotros. Por fin, escondido entre escajos y
helechos aparecía el estrecho camino que se descolgaba por la loma desde
Collado Arcedón.
Teníamos por delante 6 kilómetros y medio de interminable
bajada hasta Lebeña, y rápidamente nos dimos cuenta de que el descenso tampoco
iba a ser fácil. El sendero, apenas dejaba paso para una persona, el firme se
mostraba cubierto de grandes piedras y se sucedían escalones. La densa vegetación escondía una fuerte caída al
borde del sendero y el voluminoso
equipaje no ayudaba en la tarea de bajar por el camino.
"Bajando Collado Arcedón." |
Tras 1 kilómetro conectamos con una senda más amplia y limpia, se trataba
del ramal del sendero PR-S3 proveniente de la canal de Francos, que traía a los
peregrinos de Cicera por otra ruta, y que por fin nos permitía montarnos en la
bicicleta.
Más relajados fuimos perdiendo altura tranquilamente parando
de forma regular para enfriar los frenos.
Dejábamos atrás el bosque y podíamos disfrutar de las vistas del
desfiladero cada vez más cerca.
"Bajada a Lebeña." |
En plena bajada nos encontramos con el cruce del Pando. Haciendo
un brusco giro a la derecha accedimos al tramo final de pedregosa pista que
enlazando varias horquillas encaraba el último trecho de descenso pasando junto
a los invernales de Lebeña y “El Valle”.
Invernales de Lebeña." |
"Vistas." |
Entre las primeras casas aparecía la fuente y abrevadero de
Lebeña, que aprovechamos para cargar agua y refrescarnos. Entre las apretadas
casas, las señales del “Lebaniego” nos llevaban hacia la pequeña Iglesia de
Santa María. Datada del año 924, el
conjunto de iglesia y torre fueron declarados monumento de interés, y es uno de
los edificios prerrománicos mejor conservados a nivel nacional.
"Torre de Santa María." |
"Iglesia de Santa María, Lebeña." |
Para los peregrinos, haber llegado hasta aquí significa el
principio del fin del camino.
Las posibilidades en Lebeña abarcan desde continuar por el
sendero PR-S3, que paralelo a la carretera
recorre el desfiladero a cierta altura por la pared del mismo hasta
Cillórigo, continuar por la propia carretera con el peligro que entraña a causa
de su estrechez y abundante tráfico, o continuar por el camino Lebaniego, la más
larga y exigente de las opciones…
Alcanzábamos el medio día, y el mercurio rondaba los 35°. Es
en ese momento cuando viajar en bici se convierte en pura testarudez.
Sin pensarlo, tomamos las bicicletas y salimos a la
carretera en el cruce de Peña Ventosa,
en pleno desfiladero de la Hermida, girando a la derecha y cruzando sobre el
puente. A escasos 200 mt un cruce a la izquierda nos desviaba hacia Allende
afrontando una dura subida de apenas 1 km hasta la entrada del pueblo por ancha
carretera en buen estado.
"Dejando Lebeña atrás." |
Entre las casas, las estrechas calles de apenas metro y
medio de ancho, con firme de hormigón rayado y todas ellas en pronunciada
pendiente formaban un inclinado laberinto que recorríamos buscando la salida
del pueblo. El firme de hormigón desaparecía junto a una estrecha senda que se
alejaba del pueblo trepando por la loma
del pico de la Prada.
Un primer tramo de apenas 200 mt nos permitió montar sobre
la bicicleta, el resto de la subida se convertía en una secuencia de duras
rampas en línea recta separadas por curvas que apenas ofrecían descanso y que
se repetía a lo largo de 2 kilómetros.
Aprovechando las sombras para descansar lentamente remontamos los
casi 300 mt de desnivel con una pendiente continua cercana al 18% alcanzando el
Collado final en el kilómetro 30 de ruta.
"Collado." |
De nuevo faltos de agua continuamos hacia Cabañes perdiendo
altura brevemente por la estrecha pista de hormigón para afrontar un último y
duro repecho que nos dejaba a la entrada del pueblo, junto al albergue de esta
localidad.
Un largo y merecido descanso, con bebidas frías y buena
sombra nos ayudó a recuperar fuerzas de cara al último tramo.
Atravesamos Cabañes, bonito pueblo enclavado en la montaña bajo el imponente pico del Cochizo, a cuya sombra se resguarda collado pelea.
Tomamos la carretera que pasando junto a Pendes nos llevaría en continua bajada
hacia el Valle de Cillórigo.
"Iglesia de San Juan Bautista, Cabañes." |
"Bajando a Pendes." |
Enlazando con la CA-884, procedente de Colio, finalizamos el
largo pero tendido descenso en la localidad de Tama.
"Bajando a Tama." |
Tomando la polvorienta senda paralela al río Deva rodamos los 3 kilómetros que
nos separaban de Potes.
"Llegando a Potes." |
"Llegando a Potes." |
Rondaban las 3 de la tarde cuando llegábamos al centro de
Potes, con la puerta del perdón cerrada de 1 de la tarde hasta las 4:30, decidimos
parar a comer en el pueblo y descansar antes de dar por terminada la ruta en
Santo Toribio.
3 kilómetros de subida por carretera nos separaban del
monasterio. Aproximadamente a las 5 de la tarde montábamos de nuevo sobre las
bicicletas y tomábamos la salida de Potes hacia Fuente Dé para desviarnos 1
kilómetro después a la izquierda y comenzar a remontar altura.
Cruzamos bajo arco de la puerta del perdón, solo
abierta durante el año Jubilar Lebaniego (Aquel en que el 16 de Abril es domingo).
"Fin del Camino. Santo Toribio." |
Finalizada la ceremonia religiosa intentamos fallidamente
pasar a ver el “Lingnum Crucis” de “teórico” acceso para el peregrino, de ello
se encargó un portero trajeado que con soberbia cerró la verja. Solo nos
quedaba ir a sellar la credencial y recoger nuestra “Lebaniega”.
En la oficina de atención al peregrino, nos sellaron por última
vez la credencial y nos firmaron la acreditación de peregrinos. Conversamos
largo y tendido con la mujer encargada
del trámite y compartimos conclusiones de la experiencia… salimos del lugar
habiendo recibido la enhorabuena, un trato amable y una visión objetiva de un camino Lebaniego que precisa de muchos cambios sobre todo en cuanto a infraestructura y servicios se refiere.
Descendimos los
tres kilómetros de subida a Santo Toribio y nos dirigimos a Turieno, pueblo
vecino de Potes, para pasar la noche en el camping “La Isla”.
"Camping la Isla." |
Tras montar la tienda, por fin pudimos disfrutar de una
buena ducha y un merecido descanso en el remanso de paz que ofrece la terraza
del bar a la vera del río Deva, recuperando fuerzas con una buena cena para
celebrar el exitoso final del “camino”.
"Merecido descanso." |
Como resumen... tres días de ruta en los que rodamos 203.5 km, (algo más si
contamos las confusiones y desplazamientos fuera de ruta), más de 4.200 metros
de desnivel positivo acumulados, casi la mitad en la última etapa, recorriendo toda la costa cantábrica por primera línea de acantilados y descubriendo
rincones impresionantes de costa e interior.
Para ver todas las fotos del camino Lebaniego pinchar en el enlace:
Track y datos de la ruta:
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