Galizano -Cueva de Cucabrera y Playa de Galizano.

   Hoy, más que de ruta vamos de visita a la cueva de Cucabrera.

   Esta pequeña cueva se esconde en la pared rocosa que se desploma sobre el mar en la Punta Cucabrera, en la costa de Galizano junto  a su playa homónima.

   Para acceder a este rincón existen varias alternativas, nosotros partimos del aparcamiento que da acceso a la playa de Galizano tomando a la izquierda  y nos descolgamos paralelos al mismo hacia el río Herrera. Dejamos atrás las casas y girando de nuevo a la izquierda descendemos sobre asfalto hacia el Barranco de la Colina entre los sauces a ambos lados de la carretera.


"Barranco de la Colina."

"Barranco de la Colina."

   Pasado un estrecho puente da comienzo la cuesta que remonta atravesando los eucaliptales hacia Bos de San Miguel, apareciendo a la izquierda las vistas sobre la playa de Galizano. Tras un par de esforzadas rampas el camino pierde altura y finalmente la carretera muere en una explanada con amplias panorámicas de la costa hasta la capital santanderina.


"Playa de Galizano."

"Bos de San Miguel."

   El camino de tierra continúa paralelo a la línea de acantilados que poco a poco cobran altura y traza una horquilla apareciendo a la izquierda las mesas y bancos de madera. Nos descolgamos hacia estas y continuamos por el paso hacia los acantilados.


"Acceso a la cueva de Cucabrera."

"Acceso a la playa de Cucabrera."

"Punta Cucabrera."

"Vistas de la Costa."
 
  Dos pequeñas galerías se internan en la roca. La de la izquierda, más estrecha y profunda queda reducida a un pequeño túnel sin salida, la de la derecha, algo más amplia, choca contra un muro vertical abriéndose en el techo un pequeño tragaluz a modo de chimenea.


"Cueva de Cucabrera."

"Cueva de Cucabrera."
 
  Ambas tienen mesas y bancos desde principios de los años sesenta, punto de reunión de los vecinos, siendo estos los que realizaron la propia obra de acondicionamiento.

   Hoy sirven de refugio a las cabras. En la pared un cirio alumbra a la imagen de la virgen.

   Fuera, las olas rompen con fuerza unos metros mas abajo y las vistas alcanzan hasta el  Cabo Mayor.

   Esta cueva ha recuperado su apariencia natural, siendo demolida la plataforma que hacía de mirador allá por 2006 siguiendo las ordenanzas de la demarcación territorial de Costas. 


"Sendero costero."

"Sendero costero."

   Continuamos el paseo siguiendo el camino costero entre árgomas y escajos remontando hacia la Llomba. Haciendo un quiebro comenzamos el sinuoso camino de regreso internándonos en el Eucaliptal. 


"Sendero de la Llomba."

   Varios senderos se desvían a la izquierda, todos ellos hacia el Alto del Castillo, nosotros continuamos sin abandonar el camino que poco a poco comienza a perder de nuevo altura y nos regresa a Bos de San Miguel.


"Bajando a Bos de San Miguel."
 
  Existe un plan de restauración ambiental del entorno de Cucabrera plantando encinas y repoblando el bosque con especies autóctonas.


"Sendero a la playa de Galizano."

   Recuperado el camino y para evitar regresar por el mismo trayecto cruzamos y nos internamos en el sendero que desciende directamente a la playa de Galizano. El camino se va estrechando hasta convertirse en una grieta entre rocas antes de llegar a la arena. 


"Playa de Galizano."

   La mejor opción es descalzarse, pues bien con marea alta o baja hay que cruzar el río Herrera que atraviesa la playa. 


"Playa de Galizano."

"Playa de Galizano."

   Tras visitar la playa continuamos por el camino pavimentado que nos devuelve al punto donde comenzamos el paseo.


"Playa de Galizano."
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Valle del Cerneja II.

   Entrando en la provincia de Burgos por el puerto de los Tornos, el acceso más oriental a la comunidad de Castilla y León desde Cantabria, dejamos al margen de la carretera antes de llegar a la localidad de Agüera el pequeño Valle del río Cerneja.

"Valle del Cerneja."

   En las últimas curvas antes de entrar en la Merindad de Montija, encontramos un área de descanso bajo la ladera de los Chorlitos. Uno de los puntos para aparcar el coche al margen de la vía N-629. Hemos de retroceder unos metros, pero pronto encontraremos a la derecha el desvío hacia el valle.
  
"Paso hacia el río Cerneja."

   Remontando levemente nos internamos en el pinar que se extiende por la ladera sur del pico Cañoneros. El Cerneja en primavera es un torrente alimentado por las lluvias y el deshielo de las cumbres del Cañoneros y Ventisquero del Polvo, cumbres que se acercan e incluso superan los 1300 metros de altitud aunque no lo aparenten por sus suaves lomas domadas por las amplias pistas que las recorren para dar acceso a los parques eólicos que las encumbran.

"Río Cerneja."

   Las condiciones en esta zona son duras, ventiscas y bajas temperaturas actúan en el valle durante todo el invierno, tan solo la profundidad del valle del Cerneja ofrece algo de abrigo ante los fuertes vientos que mueven las aspas de los molinos.

   Pero en estas rutas no se mira hacia las alturas ni se contemplan picos espectaculares, todo lo contrario, las cumbres disfrutan de las bellas panorámicas de los valles, el de Soba al Norte y el del Cerneja al Sur.

"Salto de agua en el Cerneja."
 
  Accediendo a orillas del Cerneja encontramos el salto de agua antes cruzar bajo la carretera y legar parte de sus aguas al embalse de Ordunte kilómetros más abajo en el valle de Mena, y que posteriormente serán encauzadas hacia Bilbao. 

"Río Cerneja."

"Río Cerneja."

   La senda es cómoda, cubierta con mineral rojizo.

   Junto al camino crecen robles y hayas entre las cuales pasta libre el ganado mientras que en la otra orilla, en la cara norte, se extiende un bosque infranqueable de hayas en una empinada ladera donde se puede distinguir un estrecho sendero que desaparece en la espesura y reaparece metros más adelante. Laderas en las que se oculta el lobo que poco a poco va recuperando terreno en esta región.

"Río Cerneja."

"Río Cerneja."

"Ladera Norte del Valle."

   Seguimos el cauce del río por el estrecho sendero que lo acompaña, a veces trochas abiertas por el ganado que bordean turberas y pastizales y nos dan acceso al tumulto inagotable de pozas, saltos de agua y grandes rocas alisadas por la erosión a modo de terrazas donde parar a disfrutar del murmullo del agua.


"Sendero junto al río."

    Entre paradas, idas y venidas por los senderos, improvisar algún tramo y almorzar a orillas del Cerneja la mañana se nos echa encima y comenzamos el camino de regreso, recorriendo en nuestro caso poco más de 5 kilómetros.

"Cascada."

"Camino del Valle de Cerneja."

   Varias son las opciones, desde una ruta circular pasando por las partes altas del valle o accediendo a las cumbres más próximas (ver ruta), hasta rutas de ida y vuelta por el fondo del valle de mayor o menor distancia. 

"Valle del Cerneja."


"Río Cerneja."
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Track y datos de la ruta:


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Quisicedo-Puentedey-Ojo Guareña (GR-1) Btt.

   Comenzamos la ruta en Quisicedo, nos dejamos caer frente a la bolera carretera abajo hacia la fuente en plena curva. Entre las casas nos desviamos por las callejuelas hacia la ermita del Arrañal y tomamos el sendero que nos aleja de esta localidad perteneciente a la Merindad de Sotoscueva a medio camino entre Espinosa de los Monteros y Pedrosa de Valdeporres.


"Traslaisa."

   El amplio camino vecinal nos lleva con dirección Este hacia Traslaisa, rodando bajo los escarpes de la meseta del Cornejo. Un corto tramo de bajada nos deja junto a una cerca que nos corta el paso. Atravesamos el cierre y continuamos bordeando un terreno de pasto.

   Avanzamos acercándonos al arroyo de San Miguel, accediendo a su orilla tras salvar una nueva portilla.

"Arroyo de San Miguel."

   El camino aparece ahora más marcado y cambiando de dirección se interna en el sombrío cañón del rio Trema  por el paso de Pereita, atravesando el denso bosque de ribera que acompaña el cauce del río. El trazado se desdibuja  entre los pedregales de canto rodado, arboles caídos durante las crecidas del invierno y zonas pantanosas algunas todavía inundadas. 


"Llegando a cueva Cornejo."

   En un remanso del río, donde ambas orillas se aproximan  en una curva de la carretera BU-562, accedemos a un tramo dotado de pasarelas de madera rodando  junto a la cueva Cornejo. Una de las entradas a los más de 100 kilómetros de galerías que se esconden en el complejo kárstico de Ojo Guareña. La entrada no está permitida. 


"Cueva Cornejo."


"Cueva Cornejo."

   Continuamos la marcha afrontando un tramo de porteo ascendiendo duros repechos y cobrando altura sobre el río Trema por un estrecho camino que nos eleva hacia la Portilla.

  Alcanzado el alto, el camino se ensancha y enlaza con un amplio sendero pedregoso que nos permite descender a la localidad de Cornejo.

   A la vera del río, del cual solo queda un lecho lleno de piedras, avanzamos sobre la pista de hormigón entre las casas accediendo a la carretera del Barrio de la Portilla. Una leve subida nos aleja del núcleo urbano.


"Alejándonos de Cornejo."

   A la salida de Cornejo tomamos un camino de grava desviándonos a la derecha de la carretera  que nos lleva bordeando la ladera del cerro de la Mesa afrontando una subida tendida y llevadera de poco más de 1,5 kilómetros. 

   En suave descenso alcanzamos Butrera, y por sus estrechas calles abandonamos esta localidad hacia el Este por las parcelarias junto a la Iglesia de Santa María.



"Iglesia de Santa María."

   No tardamos en llegar al puente sobre el río Trema, acompañado ahora por el canal que desvía sus aguas hacia el molino de Butrera, hoy convertido en un centro rural usado como albergue.


"Río Trema."
 
  El puente nos deja en la carretera BU-562. Rodando por esta 2 kilómetros continuamos hasta la localidad de Torme. Cruzamos hacia la plaza mayor, la rodeamos y nos internamos entre las casas hasta toparnos con los galones rojo y blanco del GR-1.


"Llegando a Torme."

   Este trazado de gran recorrido comienza en Gerona, en la costa Mediterránea y busca junto a la ruta pirenaica (GR-11) primero y compartiendo tramo con el camino de Santiago después, alcanzar el Atlántico en Finisterre. Su recorrido atravesando importantes lugares durante la edad media le otorga el valor de “recorrido histórico”.

   Entramos en contacto con el GR-1 sobre la senda herbosa que nos lleva bordeando  bastos terrenos de cultivo hasta la localidad de Villanueva la Blanca. 


"GR-1 dirección Villanueva la Blanca."
 
  Atravesamos el pueblo y el camino se convierte en una ancha pista que gana altura durante 3 kilómetros por el camino del Rebollo hacia la Penilla.


"Vistas del valle."

   Girando a la izquierda afrontamos la larga recta en un descenso rápido. Junto a una gran estabulación hacemos un brusco quiebro a la derecha para continuar descendiendo levemente entre arroyos hacia la localidad de Salazar.

   Salazar es un pueblo “con encanto”, con casas de elaborada construcción, de calles estrechas, casi todas ellas en pendiente, limpias y jardinería cuidada que trazan camino la loma de Sierra Laguna. Un conjunto que ha sido declarado de interés histórico-artístico.

   Entre las últimas casas consigo ver la marca del GR-1 en la fachada de una pequeña cabaña abandonada a la derecha de la pista.

   Bordeándola el GR continúa por un pedregoso y roto sendero elevándose atravesando el encinar de los Ejidos hasta alcanzar la Ermita de San Bartolomé, a pie de una carretera secundaria.



"Atravesando los Ejidos."

   Tomamos el descenso por carretera un corto tramo,  y nos desviamos a la derecha cruzando la cuneta para retomar el GR en el tramo más confuso e inaccesible de toda la ruta. El sendero a duras penas es legible oculto entre las árgomas y escajos.  Abriéndonos camino durante 1 kilómetro hasta alcanzar las tierras de cultivo donde podemos bordearlo y rodar más cómodamente.


"GR-1."

   El camino desaparece en la zona de humedales de las Zozanas y buscamos el paso hacia el camino de San Bartolomé. Tras cruzar el arroyo, de nuevo porteando las bicicletas, buscamos entre la maleza el paso hacia este sendero estrecho pero bien marcado, que nos elevaba cómodamente por la Dehesa hacia Sobrepeña.

   Descendemos junto a esta localidad por un amplio camino y continuamos de frente por la carretera. Sobre asfalto nos acercamos hacia los marcados barrancos del río Nela con dirección a la localidad con el mismo nombre. En plena bajada un camino herboso se desgaja  la izquierda descendiendo entre las pequeñas casas de Nela.


"Cañón del río Nela."

   Las señales del GR  nos llevan por un estrecho sendero que se descuelga por la pared rocosa del cañón a orillas del río.

   Ya en la llanura, a la vera del Nela, continuamos atravesando espesos bosques por un largo sendero  junto al río hasta llegar a Brizuela. Aquí tomamos el camino paralelo a la antigua línea Ferroviaria Santander-Mediterráneo pasando junto a la estación hoy convertida en un bar-restaurante.


"Llegando a Brizuela."

"Llegando a Brizuela."

   El ultimo tramo nos acerca hasta Puentedey. 

"Puentedey."

"Puentedey."

"Puentedey."

   Reiniciamos la marcha dirección Quintanilla –Valdebodres, desviándonos en el centro de esta localidad a la izquierda. Atravesada la pequeña plaza y entre las casas por la pista de hormigón seguimos el “vía crucis” ascendiendo hacia el barranco de la Mata. 

   No tardamos en encontrar de nuevo las indicaciones y abandonamos el hormigón pasando a rodar sobre el lecho del río y un estrecho sendero.



"Barranco de la Mata."

   Recorremos los 4,5 kilómetros de sendero afrontando la última rampa final alcanzando la cabecera del valle en la ladera de Arroya.


"Barranco de la Mata."

   Tras un breve descanso retomamos el GR desviándonos a la izquierda y comenzamos el largo descenso por la ladera norte afrontando una pista amplia y surcada por arroyos con la vista puesta en Villamartín de Sotoscueva.


"Barranco de la Mata."

"Bajando a Villamartín de Sotoscueva."

   Antes de entrar en esta localidad tomamos el desvío a la izquierda, ascendiendo nuevamente por el Camino de Puentedega otros 2,5 kilómetros hasta el Peñuco.


"Llegando a Villamartín de Sotoscueva."

"Llegando a El Peñuco."
 
  Rodamos un par de kilómetros atravesando el páramo antes de comenzar el largo descenso cruzando La Rasa y La Calzada durante 4 kilómetros llegando a la ermita de San Bernabé, en el complejo Kárstico de Ojo Guareña.





"Llegando a la Ermita de San Bernabé."

   Los antiguos pueblos celtas, habitantes de la cornisa cantábrica y de religión pagana utilizaban como lugares de culto rincones naturales excepcionales, como el centro de grandes bosques, arboles sagrados como el Tejo o cuevas naturales. Lugares escogidos para adorar a sus deidades o tomar decisiones políticas. La cristianización utilizó como arma la destrucción total o parcial de estos lugares implantando sus templos donde antes había bosques y altares donde había un árbol sagrado. Este es un claro ejemplo bien conservado de la transformación de uno de estos lugares en un enclave excepcional.


"Ermita de San Bernabé."


   Para terminar la ruta nos dejamos caer por la carretera hacia "Cueva" y nos desviamos a Quisicedo por las pistas de uso vecinal terminando junto al coche con algo más de 48 kilómetros recorridos.

Track y datos de la ruta:


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