Hondojon - Alto La cabaña del pozo - Collados del Asón.


Vista del aparcamiento.
 
  Hoy me calzo las botas de montaña para recorrer los collados del alto Asón.

Subida del Ason.

   Saliendo del aparcamiento en el alto del Asón, tomo la pista de grijo hacia el alto de la Posadía. Unas decenas de metros después me desvío a mano izquierda hacia la senda de Hondojón con una temperatura que no supera los 12°, algo de agradecer, puesto que en este punto se comienza a ganar altura rápidamente y el terreno es bastante “duro”. Poco a poco me voy metiendo en la espesura del bosque de hayas y abedules bajo la atenta mirada de “Los campanarios”, verticales paredes que separan el valle de Brenarroman y el circo glaciar de Hondojón hacia el que me dirijo.



Sendero Pr-66.
 

Fuente de la Regada.

   Tras 2.5km de ruta, tomo un estrecho sendero que se desgaja del principal hacia la derecha unos 100mt para llegar a la “Fuente la Regada” y reponer así la botella de agua fresca. Tras contemplar durante un rato las vistas que me rodean, retrocedo sobre mis pasos para continuar por la senda que sigue buscando el collado, paralela a los muros de piedra que cierran las parcelas del ganado y las cabañas de Ojón, pequeñas y rusticas cabañas de piedra.
Cabañas de Ojon.


   Dejo atrás las cabañas y en el alto se encuentra la señal que nos indica la senda de Busturejo, me encuentro a las puertas del valle glaciar de Hondojón, resguardado por los hayedos de la orla inferior de Sierra Helguera a mano izquierda y por las imponentes paredes de roca caliza que nos separan de La cabaña del pozo a mano derecha.
Valle de Hondojón.

   Recorro el valle buscando la espesura  siguiendo el sendero que serpentea por el fondo de este, y al final, tomo a la derecha por las señales del PR para subir por una senda rodeada de frondoso bosque y que poco a poco va dando paso a la desnuda roca. El camino se endurece de nuevo mientras asciendo el pequeño portillo superando ya los 1000mt.






   Al alcanzar el alto se puede comprobar como el modelado kárstico ha modificado el paisaje mientras camino por una terraza con buenas vistas del valle. Un estrecho sendero me dejará en el Pozo tras un fuerte repecho final.


   A 1300mt alcanzo el punto más alto de la ruta, una explanada con pequeños "pozos" y una cabaña que sirve a las veces de refugio. Continúo afrontando el descenso recorriendo Monte Llusías, una gran zona arbolada de bosque mixto recorrido por una zigzagueante pista ancha  hasta llegar a Brenarroman sobre el km 10 de ruta.
Cabaña "El Pozo"
Vista del valle de Brenarroman.

   A medida que voy descendiendo, puedo disfrutar de los caprichos de la naturaleza observando las curiosas formas de los troncos que se entrelazan entre si. 
Bosque.

   Sin darme cuenta estoy abandonando el valle por el alto de la Posadía y camino por la pista ancha de grijo dirección al aparcamiento a la cola de un grupo de caballos de los muchos dispersos por la zona.
Caballos en los collados del Asón.

   Cruzar el valle no tiene dificultad alguna ya que el sendero está fuertemente marcado y bien señalizado, en invierno suele estar inundado, pero existe la opción de tomar un paso por la ladera derecha que permite pasarlo sin meterse literalmente en el rio ya que el propio sendero se convierte en el cauce del mismo durante las inundaciones invernales.
Brenavinto desde la Posadía.

   Aproximadamente a la 1 de la tarde y tras 4h y 13,5 km llego al coche dando por finalizada la ruta.
   Básicamente es seguir la señalización del PR-66, siendo una ruta fácil técnicamente en su mayor parte y con algún punto exigente en cuanto al nivel físico se refiere.

Mapa y detalles de la ruta.

Valdecebollas desde Mazandrero Btt (Qdd bicicantabria)

   Este domingo me acercaba a la quedada en bicicleta de montaña organizada en la zona de Campoo, más concretamente en Mazandrero, punto de salida de la ruta.

Mazandrero a las 8.30am

   Comenzamos a rodar por la pista que sale del centro del pueblo junto a la fuente de la plaza a mano derecha, la calle de las fuentes, ancha y de buen firme que comienza tomando altura cruzándose con varios arroyos durante el trayecto. Aproximadamente en el km en 3,5 de ruta, en el cruce de Cuenca Bucer tomamos el desvío hacia la izquierda y continuamos subiendo sin abandonar la pista marcada.

   Esta primera parte de la ruta, aunque en terreno ascendente desde la salida y durante muchos kilómetros, se hace bastante cómoda ya que no hay repechos duros y permite mantener un ritmo constante.

   A medida que avanzábamos mejoraba las vistas. A media subida, el terreno nos dio un respiro poniéndose un poco más llano, incluso picando un poco hacia abajo en la zona de cruce con el Arroyo de Parralozas, parada obligatoria para disfrutar del lugar, un pequeño valle recorrido por riachuelos y desde el cual podíamos ver la ruta a seguir.
Arroyo de Parralozas.

Cruzando el arroyo.

   2km más arriba, en un nuevo cruce, tomamos la pista que gira a la derecha dirección cabaña Bucer y continuamos ascendiendo por pista que, aunque con algo más de piedra suelta, seguía siendo muy ciclable llegando sin problemas al Chozo de Cuenca Bucer, un pequeño rellano donde se asienta un refugio. Tras comer algo y recuperar fuerzas proseguimos la ruta ascendiendo por la sierra de Peñalabra.

Mirando atrás.
Panorámica.

   Una vez terminado este tramo de subida, nos desviamos a media ladera hacia la izquierda, para dar un pequeño rodeo hasta la entrada del “Camino de la guerra”, un pedregal que recorre la cresta de la Sierra. A los lados del camino, se pueden contemplar todavía las trincheras formadas con piedras que durante meses fueron refugio de los soldados durante la guerra civil.

A descansar...

   Continuamos por el camino con  el pico Sestil de fondo, rodando a altitudes cercanas ya a los 2000 metros y justo detrás, se alzaba el que sería nuestro objetivo, la cumbre del Valdecebollas.

   Al salir del pedregal continuamos rodando por la braña durante un tramo corto, las ruedas parecían pegarse al suelo y rodar unos metros se hacía durísimo, por el terreno y porque la ruta comenzaba ya a cobrar factura. En este punto el camino a seguir se desdibuja, y para orientarnos podíamos observar de fondo un sendero que continúa ascendiendo hasta la cumbre de la sierra zigzagueando con un firme bastante roto y técnico donde muy pocos consiguieron llegar montados arriba.
   El esfuerzo tuvo su recompensa, al coronar las vistas son espectaculares y por fin teníamos delante el repecho final para llegar al torreón del Valdecebollas.

Panorámica.

Ultimo esfuerzo.

   Un estrecho sendero nos dejaría a los pies del último repecho, algunos subieron con la bicicleta hasta arriba, otros la dejamos a un lado para recogerla a la vuelta, pero todos llegamos a la cumbre para disfrutar de las vistas y reponer fuerzas. 
   Por fin llegamos al punto más alto de la ruta, estábamos a más de 2130 mt, en la cima del Valdecebollas se encuentra el llamado "Torreón", una pequeña torre cilíndrica escalonada de piedra, con una placa, un buzón, y un vértice geodésico, un lugar donde no podía faltar la foto de grupo.
Foto de grupo

   Con el excelente día despejado que disfrutábamos, podíamos contemplar toda la cresta de Peña Labra con el Pico Tresmares, el norte de la comunidad palentina, el embalse del Ebro  y las grandes elevaciones de Fuentes Carrionas, los picos Espigüete y Curavacas e incluso se divisaba la costa cantábrica, por su vertiente norte el circo glaciar de Covarrés, el nacimiento del río Pisuerga…

Vistas desde Valdecebollas.



   Tocaba comenzar el camino de regreso. Para empezar, deshacer lo andado para recoger la bicicleta mientras otros lo hacían sobre ella por una técnica zona de trialeras. Una vez reagrupados retrocedimos 1km escaso y en el punto donde nos desviamos hacia el Valdecebollas, continuamos cresteando guiados por Marta por un sendero… a veces, pero sin perder altura hacia Guaza Bedul.
   Comenzamos el descenso hacia la braña de los lagos a través de un brezal desviándonos hacia el valle de Gulatrapa. 

  Durante esta primera parte de bajada se alternaban tramos entre los escajos con zonas un poco más técnicas, terminando con una complicada trialera de piedra suelta y algún que otro paso algo más difícil.

   En la pequeña vaguada  se encuentra el menhir de la campa de los lagos, una de las manifestaciones del arte megalítico dispersas por la zona.

Descanso...
   En lugar de tomar la pista o "calle de las fuentes", en este punto bordeamos el alto de Los Lapos bajando por un estrecho y divertido sendero con alguna zona técnica pero muy rápido durante unos 2km para acceder a esta mas abajo, de aquí nos quedaba un largo descenso por delante por pista de grijo ancha  alternando con algún tramo corto de subida cruzándonos con el arroyo de Gulatrapa y pasando junto a la cabaña que lleva su mismo nombre.
Arroyo.

Arroyo.

   Tras varios kilómetros bajando a través de bosques de hayas y robles, salimos del valle y nos encontramos con el cruce de la pista que viene del Collado de Somahoz, seguimos de frente el descenso y en poco tiempo llegamos al pueblo de Mazandrero tras casi 5h de ruta y 31km.

Fotos de la montaña viva y Marta.

Mapa y datos de la ruta.