Tomamos la salida desde la pequeña localidad de Nestar, a 6 km de su capital municipal, Aguilar de Campoo.
Poco antes de las 10 de la mañana comenzábamos a rodar por
la pista paralela al lecho seco del Río Rubagón.
Aprovechamos para acercarnos a ver el puente Perdiz, puente romano sito en esta localidad, donde también
se encuentra un castro de origen prerromano cuya construcción es atribuida a
los cántabros.
Reanudamos la marcha por las pistas parcelarias de grava cobrando altura suavemente.
Seguimos con dirección Cuena
atravesando el cordal de las merinas, entre campos de cultivo y pastizales. En
el kilómetro 4 de ruta aproximadamente nos desviamos de la pista principal por
otra más estrecha haciendo un brusco giro a mano izquierda.
Rodábamos entre los límites de Cantabria y
Castilla y León. La rápida pista de descenso pasaba sobre las vías del
ferrocarril Hullero, más conocido como de la robla y que propició el boom
minero en la montaña palentina.
A escasos metros del cruce con las vías, nos desviamos a la
derecha por un paso cerrado por una alambrada, cobrando altura
continuamos rodando entre el río Valberzoso a nuestra derecha y la carretera
CA-834 a nuestra izquierda y a la cual accedimos en el kilómetro 5,5 alentados
en parte por una batida y los cazadores esparcidos por la zona.
Continuamos sobre asfalto con dirección a la Quintana
durante poco más de un kilómetro, punto donde nos desviamos a la
izquierda internándonos en el bosque tras un paso canadiense y cruzando por
estrecho sendero hacia las Quintanillas.
En el espeso bosque de robles el sendero se estrechaba alternándose repechos con cortas
bajadas. En el kilómetro 9 tomó inclinación ascendente que ya no perdería hasta
llegar al kilómetro 12 aproximadamente, rodando por pista más amplia y tomando
dirección a la peña de las siete cruces.
Desde el alto, a lo lejos, aparecía Valverzoso, del cual nos
separaba un rápido descenso campo a través.
Una senda marcada por las rodadas de los vehículos agrícolas
nos guiaba pasando junto al pueblo de
Valverzoso, rodando paralelos a la carretera (PP-2202), a la cual
accedimos en el kilómetro 14 para 500metros después abandonarla de nuevo
desviándonos a la izquierda, remontando de nuevo altura por una pista forestal.
Tomábamos dirección a Salcedillo.
De nuevo la espesura del bosque nos refugiaba del sol. El
grupo se estiraba a lo largo de los dos kilómetros de subida con tramos de fuerte pendiente, haciendo una
parada para reagruparnos y recuperar fuerzas junto a una pequeña cabaña en
ruinas en mitad del robledal. A partir de este punto, las rampas
perdieron inclinación siendo la subida más suave durante otros 2 kilómetros.
En este punto nos desviamos por un
sendero que se desgajaba de la misma a la derecha.
Enormes piedras se
acumulaban a lo largo del estrecho camino que perdía altura durante un kilómetro hasta llegar a la pequeña localidad de Salcedillo pasando
sobre el rio Camesa.
Cabe destacar la importancia de la pequeña iglesia de San Martín,
reconstruida con sus propias ruinas tras su casi completa demolición durante la
guerra civil que tan intensamente golpeó toda la cuenca minera.
Tras avituallarnos de agua, abandonamos Salcedillo dirección
Brañosera subiendo por la braña junto al arroyo de los Gruyos.
En el
kilómetro 22 llegábamos al punto más alto de la ruta con 1.383 msnm. Una
pequeña cabaña de piedra junto a una gran cruz de hierro en el alto de los
Gruyos, a cuyos pies reposa Brañosera y buen mirador del valle hacia
Barruelo de Santullan.
Una larga parada y comenzamos el descenso hacia Brañosera
atajando las serpenteantes curvas de la carretera campo a través y llegando al
pueblo por las pistas entre las casas accediendo después a la carretera principal.
Brañosera es una pequeña localidad del noroeste palentino que goza del
privilegio de ser el primer ayuntamiento de España.
Tras cruzar la carretera, descendimos paralelos a la misma
por un estrecho sendero que discurre entre esta y el río Rubagon. El camino sombrío, serpenteaba por el espeso robledal y sin perdida alguna nos dejaba a la
entrada de Barruelo de Santullan con algo más de 27 km de ruta.
Desde aquí, comenzamos el camino de regreso a Nestar, alargando la ruta
ascendiendo de nuevo hacia el cordal del parque eólico del “Pical”.
Abandonamos el pueblo
afrontando duros repechos de hormigón y continuando por una sinuosa y ancha
pista de tierra a media loma hacia vallejo de Orbó.
5 Km de suave subida dieron paso a fuertes repechos de
hormigón y un último tramo de duros repechos por un estrecho sendero.
Al alcanzar el alto, junto a la carretera, continuamos
por pista de grijo bien marcada afrontando un rapidísimo descenso y terminando
junto a la carretera (CA-834) por la cual habíamos comenzado la
ruta.
Deshaciendo lo andado continuamos por la misma unos metros desviándonos a la izquierda y campo a través accediendo de nuevo al paso sobre las vías del tren.
Deshaciendo lo andado continuamos por la misma unos metros desviándonos a la izquierda y campo a través accediendo de nuevo al paso sobre las vías del tren.
Atravesando los pastizales y brañas deshicimos el camino y llegábamos al último tramo de pista por el que horas antes comenzábamos la ruta, terminando de nuevo en Nestar con 40km recorridos.
Track y datos de la ruta:
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Bueno bueno bueno, si impresionante fué la ruta, la crónica que has realizado está a la misma altura. Así da gusto ver las fotos y rememorar ese día que pasamos. Hasta la próxima, un abrazo de Edurne y mío jajaja...
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario Ivan, me alegro de que os guste. A ver si coincidimos pronto en otra.
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