Canal de Castilla. Medina de Rioseco - Frómista. (Ramal de Campos.)

   Hoy nos esperan algo más de 100 kilómetros a la vera del canal recorriendo el ramal de campos y el ramal norte hasta Frómista.

   Hacemos los últimos preparativos en la calle Mayor, prácticamente vacía, y comenzamos a rodar lentamente por la carretera dirección León hasta el parque de la Concha. Nos desviamos hacia el mismo, lo atravesamos y llegamos a la dársena, el inicio de nuestras andaduras por el canal.


"Dársena de Medina de Rioseco."

   Nos despedimos de Medina de Rioseco y por la margen izquierda pasamos junto a los antiguos almacenes alejándonos de la civilización rodando entre sendas hileras de álamos e internándonos en el paisaje de rivera que acompaña al canal en un tramo que coincide con el camino de Santiago. 



"Fabrica de Harinas. Medina de Rioseco."
 
  El camino queda cubierto por el manto blanco de las hebras que se desprenden y transportan las semillas de los chopos y álamos a la vera del canal.



   El terreno pierde ligeramente altura hasta que llegamos a los Ejidos, donde se realiza un giro de 90 grados en la séptima esclusa y pasa sobre el rio Sequillo. Sorprende ver las diferentes estructuras a lo largo del camino, los diferentes aliviaderos y esclusas siempre acompañadas por la pequeña casa del esclusero, normalmente en ruinas, y las grandes fábricas de harina en estado de abandono o como en este caso tan solo ocupadas por cigüeñas y palomas tan abundantes por estas tierras.


"Canal de Castilla. Los Ejidos."

"Fábrica de Harinas de Los Ejidos."

"Nido de Cigüeñas."


   Recién rebasado el rio Sequillo nos topamos con la sexta esclusa, la de Carrebelmonte a un kilómetro de la anterior, donde debemos continuar por la izquierda del canal.

   Al contrario de los ramales Sur y Norte, el ramal de campos tan solo dispone de una pista junto al mismo, en algunos puntos cambiarse de margen nos aleja de la ruta correcta.


"Esclusa de Carrebelmonte."

   La vegetación hace presa del camino cerrándose en algunos tramos, circulando por estrechas sendas donde el trigo invade la pista, no en vano rodamos por una tierra que fue y todavía es el “granero” de España. Precisamente de ahí surge la idea del Canal de Castilla, ante la necesidad de buscar un medio de transporte para el grano desde las tierras del norte hasta, como en este caso, Medina de Rioseco y viceversa.

   La longevidad de las obras de construcción hizo que el canal de Castilla llegase “un poco tarde”, y con el ferrocarril quedase relegado a un servicio de abastecimiento de agua o como en la actualidad, a un uso turístico.

   Las distancias son largas. Aun así los kilómetros pasan rápido y las horas dan su fruto dejando atrás la quinta dársena, la cuarta, la tercera y ya en el kilómetro 22,5 de ruta llegamos a La Quintana, en un tramo donde el canal de Castilla coincide con el camino del Hoyo de la Duela. 


"Camino del Hoyo de la Duela."

   Dicho camino discurre por la margen izquierda del canal, pero el paso junto a la fábrica de harinas se encuentra anegado por aguas estancadas. Para salvar este paso hemos de cruzar el puente y de nuevo ganar la otra orilla del canal sobre las compuertas de la esclusa, retomando la ruta hacia la próxima localidad de Capillas, ya en tierras Palentinas.

   Las aguas estancadas infestan esta zona de mosquitos por lo que no es recomendable detenerse.

   El camino nos lleva de paso junto a varios palomares, típicos de la Tierra de Campos, construidos en parte con materiales tradicionales como son el adobe y tapial. Nos separamos brevemente del canal para acceder a la carretera (P-922) acercándonos a Capillas retomando de nuevo la orilla.


"Palomares de Capillas."
 
   Nos dejamos contagiar por el ritmo relajado del canal y su parsimonioso curso en un tramo que termina obstaculizado por la carretera nacional N-610. Increíble pero cierto… el paso está completamente cerrado por los “quitamiedos” de la carretera en ambas orillas.

   Este punto nos obliga a pasar las bicicletas una a una sobre la barrera, cruzando la peligrosa carretera de abundante y rápida circulación y repitiendo la operación al otro lado con un ojo puesto siempre en la carretera por el tráfico pesado que se aproxima peligrosamente a los arcenes. Una labor imposible viajando solo y un auténtico peligro… 

   Una vez salvado el obstáculo retomamos el camino hacia Abarca de Campos.
 
   Aquí han reformado la antigua fábrica habilitándola como restaurante. Un bonito lugar con cuidadas zonas ajardinadas, amplias terrazas, aprovechando el canal y la dársena como zona de baño y uso de barcas de recreo.


"Canal de Castilla."
"La Fábrica, Abarca de Campos."

"Abarca de Campos."

   En este punto la ruta cambia de orilla y proseguimos apenas 1 kilómetro deteniéndonos sobre el acueducto de Valdeginate. Un pequeño puente de tres arcos sobre el río por el que discurre el canal. 


"Acueducto de Valdeginate."

   Ahora el tramo se cubre de una densa vegetación que poco a poco va ganando altura y nos va cerrando el paso.


"Canal de Castilla. Ramal de Campos."


   El camino vuelve a abrirse más adelante y se cruza con la carretera de Fuentes de Nava.

  Promediamos la mañana y con 37 kilómetros recorridos aprovechamos las mesas y bancos de un área de descanso para parar reponer fuerzas.

   Continuamos dejando atrás Fuentes de Nava compartiendo el sendero con los primeros pescadores de cangrejos de los cientos que encontraremos a lo largo del canal. Solo los pasos junto a los viejos puentes nos rompen el ritmo. Las antiguas estructuras comparten las aguas con otras retenciones de más reciente construcción que aprovechan para hacer el desvío  a otros canales secundarios destinados al regadío.


"Nueva esclusa."

   La ruta va cambiando poco a poco de rumbo trazando una enorme curva hacia el este.
  
  Durante 25 kilómetros apenas encontramos “nada” salvo el canal, sus puentes y el pequeño acueducto sobre el rio Retortillo… 


"Río Retortillo."

   Poco a poco nos vamos acercando al núcleo urbano de Becerril de Campos a medida que aumenta el volumen de la música… es una pequeña fiesta junto al canal, en esta localidad con un gran parque, zona de barbacoas y una fuente donde recargar agua.


"Becerril de Campos."

"Becerril de Campos."

   Tras avituallarnos vamos dejando atrás el bullicio de la fiesta bordeando la villa en un tramo más cuidado y transitado por paseantes y que nos lleva hacia la pequeña localidad de Villaumbrales, la cual pasamos de largo con la vista puesta ya en el Serrón.


"Hacia Villaumbrales."

   La triple esclusa del Serrón nos recibe con el impotente sonido de las aguas que se precipitan en este salto de más de 11 metros de altura. Hemos finalizado el ramal de Campos de unos 70 kilómetros de longitud y estamos en la confluencia de los tres tramos del canal. El ramal sur nos devolvería a Valladolid, mientras que el Norte nos llevará hasta Alar del Rey.


"Esclusa del Serrón."

   Las grandes estructuras del canal son todo un desafío de ingeniería en nuestro tiempo tanto más para las posibilidades de la época allá por 1760, cuando se inició la construcción de las esclusas 25,26 y 27 del Serrón, hoy acompañadas por las ruinas de los almacenes y la fábrica de harinas.


   Iniciamos la marcha por este recién estrenado ramal norte.

   Las señales a pie de camino y una pista más amplia y transitada son muestras de que los ramales Norte y Sur absorben mayor atención por parte de los turistas y las diputaciones que el ramal de campos.

   A nuestra derecha, paralelo al canal de Castilla aparece el Canal de la Retención alimentado por la derivación en la presa de la Retención.


"Canal de Castilla. Ramal Norte."

   A medida que avanzamos buscamos un rincón donde parar a comer, alguna sombra o área de descanso bastante escasas por esta región. La pista nos desvía al margen de la carretera para obligarnos a cruzar la CL-615 atravesando una rotonda. 

   Accedemos a la otra orilla donde el asfalto nos acerca al cruce de caminos junto a la olvidada venta de  Valdemudo. Junto a esta se encuentra el puente más antiguo erigido sobre el canal y el único construido por el primer arquitecto y director de las obras Carlos Lemaur prácticamente en desuso por el trazado de la carretera que lo condena. 

"Canal de Castilla. Ramal Norte."

   Continuamos 1 kilómetro y hacemos valer un rincón descolgándonos  al margen derecho del camino improvisando un pequeño campamento para comer entre ambos canales.

   Rondamos ya los 80 kilómetros de ruta.

  Nos ponemos pronto en camino pasando junto a la presa de la retención, con las puertas de la presa y las pequeñas edificaciones que protegen la maquinaria de accionamiento de la misma y donde se bifurcan las aguas al canal de regadío con el mismo nombre.


"Presa de la Retención."




   Al final de la recta, alcanzamos Calahorra de Ribas y la presa del río Carrión, que abre sus compuertas a las aguas, y a escaso medio kilómetro la impresionante esclusa donde se mezclan las aguas del  canal y las del rio Carrión en un enorme embudo formado por una imponente esclusa de 4 saltos de agua.


"Presa de Calahorra de Ribas."

"Esclusa de Calahorra de Ribas."
"Esclusa de Calahorra de Ribas."

   Reanudamos la marcha. Cruzamos la estrecha carretera P-984 y continuamos a la vera del canal en un largo tramo de 16 kilómetros afrontando interminables rectas y zonas sin sombra. Por fin una hilera de chopos nos hace de nuevo compañía y el sonido de los coches nos advierte de la proximidad de la autovía Cantabria-Meseta, bajo la cual cruzamos antes de llegar a la esclusa -21. Desde esta podemos ver las  señales de acceso a Frómista y al fondo de la recta la esclusa que da entrada a esta localidad.

   Recorremos el último kilómetro, aparcamos las bicicletas y caminamos alrededor de la esclusa. Ya aquí se respira ambiente peregrino, las señales, los monumentos al canal, las cuidadas señalizaciones…


"Esclusa de Frómista."

"Esclusa de Frómista."

   Por última vez en esta jornada nos montamos en las bicicletas rodando al centro de la localidad. Compartimos las amplias calles con algunos peregrinos que se dirigen hacia alguno de los albergues que se esparcen por Frómista.

   Por fin en la avenida principal junto a un pequeño parque localizamos el hostal donde habíamos reservado. 

   Por fin, una ducha tras la larga jornada, un rato de descanso y como hiciéramos el día anterior a comprar la comida para la siguiente jornada. 

   Antes de cenar salimos a tomar algo y pasear por el pueblo, donde destacan las iglesias de San Pedro y San Martín de Tours.

Track y datos de la ruta:


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