Cascadas de Lamiña.

   Aparcamos en la pequeña localidad de Barcenillas, perteneciente al municipio de Ruente, en el parking junto al arroyo que cruza esta localidad y comenzamos a caminar por el amplio camino de buen firme que nos alejaba de las casas por el barrio Barcenillas.

"Comenzamos la ruta."

   Apenas habíamos recorrido 400 mt cuando nos desviamos a la derecha. Cerrado por una cerca de alambre de espinos, la trocha cobraba altura con fuertes repechos atravesando un frondoso bosque de castaños, robles y hayas tomando dirección sur hacia Lamiña. La subida afrontaba tramos pedregosos y estrechos. 

"Señalización."

"Llegando a Lamiña."

   Una vez alcanzado el alto continuamos por un camino vecinal hasta el centro del pueblo pasando junto a la ermita de San Fructuoso y tomando la carretera de la izquierda.

   Sobre asfalto seguimos remontando altura, ya de forma más moderada, por el trazado del camino foramontano primitivo, que atravesaba esta pequeña localidad de Lamiña.

   Bordeando el cercado de la fuente, el camino se tornaba de nuevo en subida. A medida que llegábamos al final de la cuesta abandonábamos el bosque abriéndose las vistas.

"Vistas."

   Primero los pastizales, donde cabezas de ganado autóctonas tudancas y de raza frisona, se mezclaban pastando, y a medida que recorríamos el camino aparecían las vistas de la cañada y las laderas de El Cotero y San Frutuoso.




   El terreno ahora favorable, nos llevaba hacia las entrañas del pequeño valle rodeados de bosques de hayas y robles a la derecha del camino y dispersos eucaliptales a mano izquierda.

"Camino."

   El final de la bajada nos dejaba junto al arroyo de Barcenillas. 

"Arroyo de Barcenillas."

   De nuevo tocaba subir, esta vez por una pista grijera de la cual nos desviamos tras 400 metros.
   A pie de pista, un estrecho sendero junto a un panel informativo perdía altura estrechándose hasta toparse con el arroyo cruzándolo sobre las piedras.

"Sendero."

   Una vez en la otra orilla, oculto por la maleza y la hojarasca, una baliza nos guiaba a la izquierda del arroyo de Barcenillas atravesando por un estrecho sendero el hayedo.

   Tras una corta subida y su correspondiente bajada, llegamos a las cascadas de Lamiña o de Úrsula como también se las conoce. Visibles primero desde un rústico puente de madera, y junto a las cuales continuaba el paso del sendero.

"Cascadas de Lamiña." 

"Cascadas de Lamiña."

"Cascadas de Lamiña."

  De nuevo, pasando sobre el río, tras un corto y empinado repecho por una escalinata alcanzábamos el origen del salto de agua y continuamos a cierta altura bosque a través hasta toparnos nuevamente con el Barcenillas.

   Al margen izquierdo de la senda, apartada del recorrido, la última de las cascadas se precipitaba a poca altura vertiendo sus aguas en un remanso del arroyo.

"Cascadas de Lamiña."

"Cascadas de Lamiña."

   Continuando el sendero, una corta subida a través de una braña nos dejaba en un claro del hayedo.

"Sendero."

   Aproximadamente a las 3 de la tarde comenzamos el camino de regreso. El sendero continuó descendiendo levemente por una zona boscosa hasta toparnos con la pista que nos llevaría a Barcenillas.

   Junto al muro de piedra recorrimos durante 4 kilómetros la pista, prácticamente en bajada, terminando junto a los coches tras casi 10 km. de recorrido.


 

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Track y datos de la ruta:


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