Nos encontramos próximos a Unquera, una localidad que en los
últimos años busca salir de la condición de “ciudad de paso” hacia Potes y
picos de Europa explotando el turismo activo y las posibilidades geográficas de la zona y he de decir que con bastante
éxito.
Muchas son las empresas que ofrecen descenso de cañones, rafting, vía ferrata, senderismo y alquiler de canoas, esta ultima una actividad que hasta hace poco parecía reservada únicamente al rio Sella, en Asturias.
Muchas son las empresas que ofrecen descenso de cañones, rafting, vía ferrata, senderismo y alquiler de canoas, esta ultima una actividad que hasta hace poco parecía reservada únicamente al rio Sella, en Asturias.
Aprovechando el buen tiempo, decidimos contratar los
servicios de una de estas compañías para conocer el Deva desde otra perspectiva
diferente a la carretera de acceso al desfiladero de la Hermida.
Habiendo contratado el descenso el día anterior, nos
presentamos para recoger nuestros enseres a la hora acordada. Un bidón estanco
con el almuerzo y los chalecos salvavidas.
Desde allí, puntuales, nos recogieron acercándonos a la
localidad de Panes, dejándonos a orillas del río Deva en la Vega de Siejo. Aquí
un monitor nos dio algunos consejos e instrucciones.
El primer tramo discurre ancho y profundo y deja disfrutar tranquilamente
del entorno arbolado y el paisaje que nos muestra la Sierra de Cuera donde se eleva el pico Jana.
El sencillo comienzo en prácticamente línea recta nos llevaba hacia el Coto el Collú donde el río traza una curva rodeando la Loja,
asentamiento de una cueva prehistórica, una cabaña de pescadores y una pasarela
de hormigón colgada de la pared de roca.
Aquí, muchos aparcaban la canoa para darse el primer baño de
la jornada saltando desde la pasarela.
Por el centro apenas hay profundidad, apareciendo una
pequeña isla cuando baja el cauce que hay que rodear para continuar trazando el
sinuoso tramo hacia el “Portiello” donde el río se estrecha y la poca
profundidad obliga a arrastrar la canoa. Estos puntos son pocos, al contrario
que en el río Sella en época estival, y perfectamente evitables escogiendo bien la
trazada.
Dejando atrás el islote de canto rodado nos aproximamos a la
curva junto a la localidad de Buelles.
Tras esta, pasamos bajo el puente colgante que marca la mitad del recorrido y
donde la mayoría hacen parada para a comer.
Nosotros decidimos continuar y buscar un lugar más tranquilo
río abajo.
El siguiente tramo se vuelve más sinuoso, y aunque son
pocas, aparecen más zonas donde se acelera la corriente y hay que “intentar”
corregir la dirección de la canoa. Sin dificultad ni peligro, estos “rápidos”
hacen más entretenido el descenso del Deva.
El Deva nos lleva junto a Posadorio, La Mata y la Veguca de
Andinas. Va ganando caudal y perdiendo velocidad mientras nos acercamos a San
Pedro y el Concejo ya muy próximos al final de la ruta en Molleda, con una
duración estimada de 3 horas y unos 12 kilómetros.
Hay gente haciendo el descenso, pero también se disfruta de tramos de río de tranquilidad y silencio, de aguas calmas que incitan a dejarse llevar por la corriente, sobre todo en esta parte final del recorrido.
Al margen izquierdo del río, un cartel nos
indicaba la zona de desembarco y punto de recogida.
En apenas 5 minutos una furgoneta nos devolvía a Unquera
dando por terminada esta aventura descendiendo el río Deva.
Solo nos queda regresar al camping para disfrutar otro día mas del
atardecer que nos regala la costa de Pechón con el Deva también como protagonista.
Para ver todas las fotos abrir el enlace:
"Atardecer en Pechón." |
"Atardecer en Pechón." |
Track y datos de la ruta:
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