Este fin de semana se celebraba “La
enduro de Cerredo”, una marcha que hace años (9 exactamente), nacía en el pueblo
de Cerdigo, pegado a Castro Urdiales (Cantabria), con la intención de
desvincularse por decirlo de alguna manera del mtb tradicional de pisteo y
kilometrada ofreciendo una opción diferente…
Al despertarme, el tiempo no animaba demasiado a salir de
casa, pero como decía un compañero de rutas, "ir hay que ir siempre, después ya
se verá…" así que a las 9 de la mañana estaba aparcando el coche y de camino a la zona de inscripción.
La subida, de unos 7,5km, es bastante llevadera. Aproximadamente en el km 2 nos desviaron de la pista
principal hacia un pinar a mano izquierda disfrutando de una corta bajada y de nuevo retomar la pista hasta
llegar a pie de “cortafuegos”. Una linea recta de unos 150mt de piedra suelta, donde echar
pie a tierra es lo habitual, y mas con el día que disfrutábamos.
Tras cargar con la bici durante este tramo, se
suavizaba el terreno durante 1km muy ciclable, y tras el cual, nos
desviaron por un estrecho sendero recorriendo la ladera norte del monte llamado “Capazorros”
que en días despejados nos deja disfrutar de unas vistas espectaculares de la costa.Continuamos rodando por pista poco técnica pero repleta de charcos, pozas y barrizales, y una corta trialera de unos 200mt de bajada que en su final desembocaba en una pista ancha de grijo para comenzar de nuevo a remontar altura. Entre la fuerte pendiente de la pista y el maltrato que había sufrido la misma durante el invierno, se antojaba difícil el subir montado hasta el avituallamiento en el km 8. Una breve parada de reagrupamiento reponiendo fuerzas y comenzamos el descenso por la plataforma de los alemanes para bajar a la Cubilla en el km 13, un descenso rápido con algún paso complicado pero bastante ciclable.
Desde aquí, comenzamos
nuevamente el ascenso por pista hacia la plataforma y de nuevo al avituallamiento (km 15), donde repetimos
parada.
Solo quedaba afrontar la corta subida atravesando el pinar, envuelto en niebla y un suelo repleto de raíces. Por fin llegamos al cortafuegos del Cerredo, 100mt de repecho muy roto que en seco es duro pero ciclable, pero hoy no se daba esa circunstancia, así que tocó de nuevo portear. Al coronar, bajo la rocosa cumbre del Cerredo, con un giro a la derecha, descendimos por una red de trochas marcadas entre los escajos por la ladera de Capazorros durante 2,5km para salir a una pista más ancha, rápida y de curvas bien peraltadas rematando con un rápido descenso hasta llegar a Cerdigo tras los 21km de ruta.
Gracias a la organización de la marcha por las fotos.
Aquí os dejo un esquema del recorrido y perfil.
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