Nos reunimos en la Gándara de Soba frente al centro de interpretación de los Collados
del Asón.
Cargamos las mochilas y comenzamos a caminar carretera abajo buscando el puente
sobre el rio Gándara. Tras cruzarlo tomamos el desvío a la izquierda y
remontamos junto al río por la estrecha carretera que nos guía hacia su
nacimiento.
Dejamos atrás la Gándara y tomamos el desvío por el
camino de grava que se eleva hacia el puerto del Asón quedando a nuestras espaldas las amplias vistas sobre el valle de Soba.
No tardamos en alcanzar el aparcamiento que sirve de entrada
al Parque Natural de los Collados del Asón. Un cartel informativo indica
algunas de las rutas que ofrece la zona y junto a este arranca
el camino que se interna en los collados elevándose hacia el alto de la
Posadía.
Un primer repecho nos deja frente a la panorámica del valle del Asón, recorrido por la carretera que asciende la montaña bajo los escarpes del Mortillano. Continuamos
descendiendo levemente junto a la fuente Bezón.
Comenzamos de nuevo a remontar dejando de lado el mirador de
los collados del Asón y las cabañas de “Horneo y El Respijadiru”. A medida que nos acercamos al alto de la Posadía aumenta la intensidad del
viento, y al alcanzar la cabecera del valle sopla con fuerza.
Descendemos por el camino de Brenavinto, también lecho del
río en invierno o época de lluvias, y lo recorremos hacia el llano de
Brenavinto. El sendero nos lleva recorriendo el valle, poljé para ser
exactos, bajo los torreones calizos de los Campanarios a la derecha y los
Castros de Horneo a la izquierda.
Llegamos al fondo del valle y cruzamos el pequeño arroyo
antes de remontar hacia Brenarroman desviándonos a la izquierda hacia el Pozo para afrontar la larga subida a la Cabaña el Pozo.
El sendero parte junto al valle de Brenarromán, surcado por
un pequeño arroyo y donde pastan algunos caballos y vacas.
Los fuertes repechos del comienzo suavizan a medida que nos acercamos al frondoso hayedo de Monte
Llusías.
Tras el primer kilómetro de subida, la ruta accede a un
claro apreciándose la altura ganada sobre el valle. Aquí encontramos la
intersección de caminos señalizada, tomando a la izquierda haciendo un cambio brusco de dirección e internándonos de nuevo en el bosque.
Esforzadas rampas se alternan con algunos tamos de descanso, ganando altura hacia las amplias curvas de “la pasada
del Lobo”. Una última horquilla de firme roto surcado por el agua alcanza el Collado de la cabaña el Pozo, a
1300 msnm.
Entre las argomas y escajos atravesamos la ladera
bajo el pico de “Cerro Largo”, accediendo a la redondeada cresta que separa los
Valles de Hondojón y Brenavinto.
Superamos un pequeño collado y entre la maleza sorteamos el descenso hacia la “Torca de Mota en Cabera”.
"Bajando a la Torca de Mota en Cabera." |
Entre las árgomas ganamos la antecima, dejando la Mota Primera a la derecha y bordeándola
para acceder al terreno escarpado abriéndonos paso hacia el Picón del Fraile.
El terreno se vuelve rocoso y escarpado, repleto de grietas
y simas, sorteadas por el trazado que nos marcan los hitos.
El Picón del Fraile de 1.625msnm
está encumbrado por instalaciones militares y un gran radar esférico visible desde gran parte Cantabria. De la misma forma, las vistas desde esta
cumbre son espectaculares, siempre y cuando se pueda disfrutar de ellas.
Nos vamos reagrupando junto
a la carretera que da acceso a la cima y comenzamos el descenso hacia Lunada
internándonos en tierras burgalesas.
Caminamos carretera abajo buscando el atajo
para "acortar" las amplias horquillas en la medida de lo posible.
A medida que perdemos altura aparece el refugio en la cabecera del valle.
3 kilómetros de carretera nos dejan en la BU-572, de acceso al portillo de Lunada, a tan solo 2 kilómetros de nuestro final de ruta. Continuamos perdiendo altura y
algunos nos aventuramos braña a través para evitar el asfalto y llegar al
refugio.
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