La Trail costa de Ajo discurre por los alrededores de esta localidad, un pequeño municipio que como los típicos pueblos
de la costa Cantábrica, ve multiplicada su población en la época estival y en
invierno pasa a ser una zona poco poblada y tranquila. El núcleo urbano se encuentra alejado de la
primera línea de playa, pero la extensión del municipio abarca una amplia línea
de acantilados y pequeñas calas.
Algunos tuvimos la oportunidad de disfrutar del recorrido
por partida doble. Dos semanas antes de la prueba, los organizadores
propusieron una ruta de reconocimiento por lo que sería el trazado de la
carrera. Aprovechando el buen tiempo de la fecha escogida acudimos a sabiendas
que dos semanas después volveríamos a repetir recorrido. Pese a ello, todo un
acierto ya que el día de la carrera resultó mucho más gris y complicado
meteorológicamente hablando, pero gracias a ello puedo disfrutar de ambas perspectivas del mismo recorrido.
El domingo 24 de Abril tomábamos la salida a las 9 de la
mañana del barrio del convento de Ajo recorriendo las
estrechas callejuelas desviándonos campo a través hacia el rio Campiezo, línea
divisoria entre esta localidad y las de Arnuero e Isla, en la otra
orilla.
Paralelos al rio continuamos por una senda herbosa hasta toparnos con la cueva de las brujas, Restaurante a orillas del río a 1km escaso del punto de partida. De nuevo
retomábamos la marcha por asfalto ascendiendo a la derecha para volver a pasar frente al antiguo convento y lugar de
salida cerrando así un pequeño bucle. Bordeando el edificio tomamos una
pista de grijo que desciende de nuevo hacia la ría. La vegetación poco a poco estrecha el camino hasta convertirlo en una senda con vistas de la ría.
El numeroso grupo de caminantes, algo más de 300
participantes en esta modalidad, se fue estirando hasta convertirse en una
hilera interminable de personas por la orilla de la ría.
Zonas rocosas
se alternaban con pasos sobre alambradas avanzando junto a pequeñas calas.
Al paso de los kilómetros, la ría aumentaba su anchura y afrontando pequeños repechos los acantilados cobraban altura.
Nos acercábamos a la desembocadura de la
ría, que toma nombre de ría de Ajo en su parte final.
En el kilómetro 5 abandonamos el sedero para atravesar una
zona urbanizada.
Atravesamos entre las casas descendiendo una larga escalinata antes de subir de nuevo por asfalto saliendo de la
urbanización atravesando un pequeño pinar.
Desde este punto podía verse el cabo de ajo, la primera línea de acantilados y la horadada con sus sifones.
Tras un duro repecho, el trazado de la prueba nos llevaba
las borde de los acantilados con dirección al faro de Ajo por la punta del
Rostro.
En el kilómetro 7 pasábamos bajo el faro y parábamos
en el primero de los avituallamientos. Las vistas de la franja costera desde
este punto son impresionantes.
Tras un corto descanso retomamos la
marcha atravesando las praderas perdiendo altura. Por estrechos senderos de firme arenoso recorrimos el laberinto de rocas a medida que
nos acercábamos a la playa de Cuberris.
El descenso a la misma nos obligaba a atravesar una
complicada zona rocosa salvando las grietas sobre pasarelas
de madera dispuestas por la organización de la prueba. Un último tramo de
escaleras nos dejaba ya en la arena de la playa partida en dos por el arroyo de
la bandera.
Cruzamos en línea recta y comenzamos de nuevo a cobrar altura
bordeando los acantilados.
Cubríamos ya el kilómetro 10 del recorrido y comenzábamos el
tramo de subida hacia Cabo Quintrés pasando primero junto a la playa Antuerta y junto a Punta Urdiales.
A partir de aquí, durante algunos kilómetros nos alejamos de
la primera línea de costa ascendiendo un fuerte repecho atravesando pinares y zona de pastos hasta el kilómetro 12,5 próximo al barrio de la Atalaya donde se situaba el avituallamiento principal , justo antes de comenzar el descenso hacia Brenas en lo que para mi fue el paso más complicado, duro y bonito de todo el recorrido.
Primero por la fuerte bajada que comenzó por una suave
pradera y se tornó en un abrupto y
empinado sendero de tierra que descendía
el acantilado hasta el nivel del mar.
Bajo las impresionantes paredes verticales continuamos por
la plataforma rocosa resbaladiza y pulida por el oleaje que rompía a escasos
metros de la ruta.
Y por último la salida de este tramo, afrontando un paso trepando sobre rocas y a continuación un corto pero durísimo repecho que terminaba atravesando un pinar y finalmente en la pista de monte que ya no
abandonaríamos hasta llegar prácticamente a Ajo.
Continuamos paralelos al pequeño arroyo de
Vioña, afrontando intransitables y resbaladizos barrizales
de arcilla hasta el kilómetro 16, donde accedimos a la carretera en el alto
entre las localidades de Galizano y Ajo coincidiendo con el trazado del camino de Santiago del Norte.
Un último avituallamiento en este punto, marcaba el comienzo de una larga y resbaladiza bajada de
firme arcilloso por el Mazalero dirección al barrio de la Peña, hasta llegar junto al arroyo de la
Bandera.
Mas asfalto y pista de grijo nos llevaban dirección Ajo por
pistas forestales y de uso vecinal pasando por los barrios del Carrascal y Violedo acumulando kilómetros.
Por fin en el kilómetro 20 llegábamos al núcleo urbano de
Ajo, desde el cual nos quedaban casi 4 km por pistas parcelarias para pasar
bajo el arco de meta en el kilómetro 23,87.
Las siguientes fotos son del día del reconocimiento...
Para ver el álbum completo abrir el siguiente enlace:
Fotos
Track y datos de la ruta.
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