La montaña viva.: Canal de Castilla. Valladolid -Palencia. Btt

Junto a la estación de Aguilar esperábamos un tren que llegaba con casi media hora de retraso.

"Estación de Aguilar."

Una a una dejábamos atrás las paradas y desolados apeaderos junto a los cuales tendríamos que pasar de nuevo, pero en dirección contraria y a golpe de pedal.

El paisaje de la montaña se transformaba en las extensas llanuras castellanas y las nubes desaparecían dejando un día claro y soleado.

"Camino a Valladolid."

Por fin, tras casi hora y media de trayecto el tren aminoraba la marcha para detenerse en la estación de Valladolid. Descargamos las bicicletas en el andén y buscamos el paso subterráneo para salir de la estación. Unos últimos preparativos recolocando el equipaje y comenzamos a rodar por las transitadas calles de la ciudad.

Atravesamos el parque de Campo Grande junto al monumento de Colon y lo abandonamos cruzando frente al majestuoso edificio de la academia de caballería. Callejeando buscamos el paso sobre el Pisuerga, que atraviesa la ciudad, por el puente de Isabel la Católica y a la vera del río continuamos remontando hacia el Puente Mayor pasando frente a la playa fluvial de Las Moreras y el embarcadero del “Leyenda del Pisuerga”.

"Monumento a Colon."

"Academia de Caballería."

"Leyenda del Pisuerga."

"Playa de las Moreras."

Tras 3,5 km atravesando Valladolid llegábamos a la dársena y comienzo del Canal de Castilla.

Comenzamos nuestro recorrido junto al canal entre los antiguos edificios de la Confederación Hidrográfica del Duero y las viejas grúas sitas a orillas del canal convertidas hoy en un monumento, vestigios de la gran actividad productiva que se originaba entorno al Canal de Castilla.

"Grúas junto al canal."

Debido al aislamiento que sufría la meseta castellana, con una red viaria prácticamente nula que imposibilitaba el transporte de productos por la región, se construyó el canal con la idea de facilitar las comunicaciones y el transporte de trigo mayormente. Un proyecto, comenzado a mediados del siglo XVIII que quedó pronto obsoleto con la llegada del ferrocarril.

"Canal de Castilla, (Valladolid)."

Nos fuimos alejando de Valladolid cruzando el canal sobre la pasarela de madera que nos dejaba en la margen derecha del mismo pasando a rodar por la polvorienta pista.

Esta sería la ruta a seguir durante las próximas dos jornadas.

Apenas habíamos recorrido 7 kilómetros y aparecía frente a nosotros la primera de las muchas esclusas que encontraríamos a lo largo del camino. Este sistema de compuertas permitía el tráfico de las barcazas que transitaban en una u otra dirección superando las diferencias de altura variando el nivel de agua en las mismas. Abandonada la navegación por el mismo en 1959 pasó a ser utilizado únicamente como sistema de regadío hasta hoy día, convertido también en una atracción turística y un impresionante pedazo de la historia de este país.

"Puente de la esclusa 42."

"Esclusa 42."

Tras un rato contemplando las inmensas puertas y los mecanismos, todo ello conservado en buen estado y en algunos casos de mas reciente instalación, continuamos nuestro viaje entre las aguas del canal a la izquierda y las del río Pisuerga a la derecha.

Con anchuras comprendidas entre los 11 y 22 metros, el canal disponía en algunos tramos de otras canalizaciones secundarias de menor tamaño que ayudaban a mantener los niveles y derivaban el agua destinada para el regadío, creando un curioso y bonito entramado de arroyos y cascadas artificiales.

"Esclusa 41."

Sin darnos cuenta, los kilómetros y las horas pasaban a la vera del canal.

Rondaban las tres y media de la tarde cuando abandonamos la pista y nos alejamos del itinerario de viaje en busca de un lugar donde parar a comer, llegando a la altura de Cabezón de Pisuerga tras 16 km recorridos.

La distancia entre los núcleos urbanos cerca del canal puede superar en casos los 20 kilómetros, por lo que recomiendo aprovechar el que encontremos cerca cuando se aproxime la hora.

Reanudamos la marcha, esta vez junto el canal y el trazado de la autovía de Castilla.

"Canal de Castilla. (Cabezón de Pisuerga.)"

La larga recta nos encaminaba junto al majestuoso castillo de Aguilarejo, y tras el “los cortados” del río Pisuerga.

El trazado de la línea ferroviaria se acercaba gradualmente llegando a rodar junto a las vías del tren a nuestro paso por el apeadero de Corcos.

"Castillo de Aguilarejo."

De nuevo nos deteníamos junto a la esclusa de esta localidad.

Aprovechando la fuerza motriz del agua en los saltos de las esclusas fueron construidos numerosos molinos y fábricas de harina, hoy abandonadas y en estado ruinoso casi todas ellas, silencioso recuerdo de una actividad frenética y crecimiento económico de la región girando en torno al canal de Castilla.

"Esclusa Corcos-Aguilarejo."

"Fabrica de Harinas abandonada."

Hectáreas de campos de siembra se extendían a ambos lados del camino donde se desperdigaban distanciados polígonos industriales y grandes naves, la mayoría fabricas que manufacturan los productos que se producen en estas tierras.

Tras 35 kilómetros de canal recorridos llegábamos a Dueñas, el mayor núcleo urbano cercano al canal desde que abandonamos Valladolid.

"Paso del Canal por Dueñas."

La construcción subterránea de cuevas y bodegas, sus casas típicas castellanas y sus expresiones artísticas otorgan a esta localidad el título de conjunto Histórico-Artístico.

Como monumento a sus habitantes “los botijeros”, apodados así por hechos ocurridos durante la reconquista de la península, se alza el enorme botijo a la entrada del pueblo.

Cuenta la leyenda que los moros fueron expulsados de estas tierras y sus fortificaciones destruidas a golpe de botijo, verdad o no, el sobrenombre y la fama de estas gentes persiste al paso de los años.

Tras un descanso junto al puente y solucionar algún problema mecánico continuamos la ruta.

A medida que avanzábamos y pasaban las horas el calor perdía intensidad y una suave brisa nos acompañaba de camino a Palencia. El sol se atenuaba entre las ramas de los chopos, olmos y sauces que en hilera custodian en muchos y largos tramos el Canal de Castilla. La marcha solo se veía interrumpida por las paradas junto a las esclusas, todas parecidas y diferentes, invitan a parar al visitante aunque solo sea para disfrutar del relajante paisaje castellano.

"Canal de Castilla."

"Esclusa de San Antón."

Kilómetro 40, la esclusa de Soto Alburez presentaba el único obstáculo en forma de pequeño repecho de toda la jornada. Apenas 10 metros de altura en los que el agua descendía por la esclusa en tres saltos escalonados.

"Esclusa de Soto Alburez."

A continuación la cuidada casa del esclusero, como en el resto de esclusas, una pequeña vivienda de rojizo ladrillo destinada a aquel que accionaba la maquinaria del canal y junto a esta un pequeño parque equipado con mesas y barbacoas a pie del camino que nos guiaba hacia Villamuriel de Cerrato.

La blanca torre de la iglesia de Santa María la Mayor iluminada por el sol de la tarde despuntaba entre los tejados de las casas de construcción baja. Bien visible desde el paseo del canal por donde cruzamos de largo esta localidad iniciando así el último tramo antes de llegar a Palencia, nuestro objetivo final en esta primera etapa.