Aprovechando unos días por tierras gallegas sacamos algo de tiempo para
hacer alguna excursión como esta ruta por “o concello da Pobra do Caramiñal”.
Desde A Pobra parte el PRG-91, más concretamente desde “O
Parque do Castello”. Los galones banco y amarillo discurren ascendiendo junto
al cauce del Río das Pedras, o Río
Pedras, hasta alcanzar las cimas de la sierra fácilmente visibles por el parque
eólico que las encumbra. Llegados a este punto, el descenso del PRG-91, nos
devuelve al punto de inicio caminando junto al río Barbanza.
En nuestro caso, evitamos los casi 5 kilómetros de carretera desplazándonos en
coche hasta la explanada donde finaliza la carretera a la entrada de la “Aldea Vella”.
"Panel informativo." |
"Panel informativo." |
Aquí el inicio de ruta aparece bien referenciado por dos
grandes paneles informativos.
Un estrecho sendero parte a la derecha de los paneles, siendo más aconsejable tomar la pista de hormigón que comienza remontando altura a la izquierda. Tras un par de curvas de considerable inclinación atravesando un eucaliptal no tardamos en escuchar el murmullo de las aguas precipitándose por las pequeñas cascadas que se forman a la vera del camino.
Varios regatos descienden ladera abajo cruzando bajo el
sendero que se estrecha entre los helechos a medida que ganamos altura ahora de
forma más moderada.
"Sendero." |
Ocultas en la maleza y la espesura del bosque las ruinas de
varios molinos se esparcen a lo largo del recorrido, y no tardan en aflorar los
restos de una vía y un puente medieval del siglo XIV, identificados por algunos
de origen “romano”, afirmando que formaban parte de la calzada que atravesaba
el Barbanza, desde Boiro hasta Porto do Son.
Comenzamos aquí a disfrutar de los bonitos rincones que nos ofrece esta
ruta en forma de arroyos y pequeñas cascadas.
Prácticamente en este punto se unen ambos ríos formando el
río Pedras, y aunque este se lleva la
fama por sus piscinas naturales, los lugareños aseguran que los lugares más
bonitos se encuentran junto a los cauces aún separados de ambos ríos montaña
arriba.
"Piscinas Naturales." |
"Piscinas Naturales." |
A pocos metros nos topamos con una intersección de caminos.
La senda derecha se descuelga hacia las piscinas naturales a las que luego regresaremos. A la izquierda comenzamos a remontar altura pasando junto a los restos del antiguo
Convento de A Miserela (Eremitorio de San Xoán de Lesón).
Comenzamos una subida remontando el rio San Xoán hacia el Alto do Armelo. El estrecho
sendero discurre por tramos rocosos de altos escalones y zonas de losa de granito que en fuerte
pendiente se rodea de vegetación de ribera, pinos y “toxos”.
"Losa." |
Merece la pena desviarse unos metros del sendero,
acercándonos a la vera del río para disfrutar de los paisajes
producto de una abrupta orografía y el lento y constante trabajo del agua que deja a su
paso enormes “toboganes”, pozas y saltos de agua.
A medida que alcanzamos las partes altas de la sierra el
cauce del río queda reducido a un arroyo encastrado entre las lomas las montañas.
El sendero pierde inclinación y llegamos prácticamente al
“Alto do Armelo”, del que nos separa apenas medio kilómetro.
Varias rutas marcadas nos encaminan por la sierra, hacia el
“Alto de la Curotiña”, inmejorable mirador de la ría de Arousa , o continúan
hacia los aerogeneradores para
devolvernos a la “Pobra do Caramiñal”.Decidimos
retroceder sobre nuestros pasos deshaciendo lo andado.
Ahora en descenso, alzando
la vista al frente disfrutaremos de unas vistas espectaculares del frondoso valle
con final en la Ría de Arousa.
Llegamos de nuevo al cruce de caminos, y esta vez sí…
descendemos hacia el río, en este caso el Barbanza, virando a la izquierda, para
disfrutar de una de las muchas pozas naturales situadas en medio del bosque.
Según cuentan… San
Mauro llegó al lugar en una barca de piedra, dicen que todavía visible entre
las rocas junto a las piscinas, en desesperada huida de los moros. Remontaba río arriba, y gracias a la ayuda divina, el paso quedaba obstaculizado por los enormes
cantos rodados impidiendo el paso a sus perseguidores…
Sea como fuere el río Pedras es un enclave para disfrutar de la
naturaleza. Lugar de baño de los antiguos
habitantes de estas tierras, como los del monasterio de Miserela ubicado junto
a este lugar y ya desaparecido, del cual el viejo puente son los únicos restos.
Más que una ruta, aquí se plantea una visita a un rincón al margen de una de las zonas más turísticas de la costa Gallega.
Para ver todas las fotos abrir el enlace:
Fotos.
Track y datos de la ruta:
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